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Neurociencia y trabajo: cómo optimizar tu energía en lugar de tu tiempo

  • AnaSanchez
  • 2 sept
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 10 sept

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En el mundo laboral, solemos medir la productividad en horas: cuántas trabajamos, cuántas dedicamos a reuniones o cuántas invertimos en terminar un proyecto. Sin embargo, la neurociencia y los estudios en psicología del trabajo muestran que este enfoque puede estar limitado. No se trata solo de administrar el tiempo, sino de gestionar la energía.


De hecho, un artículo de Harvard Business Review titulado “Manage Your Energy, Not Your Time” plantea que la productividad sostenible surge cuando aprendemos a alinear nuestras actividades con los ciclos de energía del cerebro y del cuerpo.


¿Qué significa gestionar la energía y no el tiempo?


  • Gestión del tiempo: consiste en organizar tareas, priorizarlas y calendarizarlas.


  • Gestión de la energía: se enfoca en reconocer cuándo estás en tus picos cognitivos, emocionales y físicos para hacer coincidir esas ventanas con lo más importante.


Según investigaciones del neurocientífico Andrew Huberman (Universidad de Stanford), la mayoría de las personas experimenta picos de atención y rendimiento entre 90 y 120 minutos, seguidos de una caída natural. Esto sugiere que forzar horas lineales de trabajo no siempre es lo más eficiente.


Los cuatro tipos de energía que influyen en tu desempeño


  1. Energía física: tu estado corporal, sueño, alimentación y movimiento.


    • La National Sleep Foundation recomienda entre 7-9 horas de sueño; menos de 6 afecta directamente la memoria y la concentración.


  2. Energía emocional: el impacto del estrés y las emociones en tu trabajo.


    • Según la American Psychological Association, empleados con altos niveles de apoyo emocional en el trabajo reportan un 23% más de compromiso.


  3. Energía mental: tu capacidad de concentración y creatividad.


    • Estudios de la Universidad de Illinois indican que tomar micro-pausas aumenta hasta un 40% la productividad en tareas cognitivas complejas.


  4. Energía espiritual: aquello que te da propósito.


    • Gallup reporta que quienes sienten que su trabajo tiene sentido tienen el 57% menos de probabilidad de renunciar en el corto plazo.


Estrategias prácticas para aplicar la gestión de energía


  • Identifica tus horas pico: ¿eres más productivo en la mañana, tarde o noche? Agenda lo más retador en esas horas.


  • Bloques de trabajo de 90 minutos: sigue el ciclo ultradiano del cerebro y haz pausas activas después.


  • Recuperación activa: pausas cortas de respiración o movimiento, en lugar de “seguir hasta acabar”.


  • Nutrición cerebral: el consumo de omega-3, antioxidantes y buena hidratación influyen directamente en el rendimiento cognitivo.


  • Propósito como motor: conecta tus proyectos con un sentido más grande que las tareas diarias.


La nueva productividad no se mide en horas


Los datos son claros: las organizaciones que promueven la gestión de energía en lugar de solo el tiempo generan mayor engagement, reducen el burnout y logran equipos más innovadores. El futuro del trabajo está menos en fichar horas y más en saber cómo mantener y renovar la energía de quienes crean, diseñan y resuelven.


En Mobiik creemos que el verdadero potencial de la tecnología y de las personas surge cuando la energía está bien dirigida.


👉 Si quieres ser parte de un team que impulsa tu energía, tu creatividad y tu desarrollo profesional, escríbenos a careers@mobiik.com.

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