Networking sin cringe: Cómo hacer conexiones reales en eventos virtuales y presenciales

Para muchas personas, la idea de hacer networking puede generar algo de ansiedad o incomodidad. A veces parece difícil encontrar la manera de acercarse a otros y establecer relaciones que realmente importen. Pero el networking no es solo intercambiar tarjetas o “hacer contactos”; se trata de construir conexiones auténticas basadas en el interés mutuo, la curiosidad y el deseo de aprender juntos.

Cuando entiendes que el networking es un proceso humano y natural, se convierte en una experiencia mucho más enriquecedora y, sí, hasta disfrutable. En este blog te compartimos una guía práctica para que tus próximas interacciones, ya sean en eventos virtuales o presenciales, sean sinceras, valiosas y efectivas.

Antes del evento: La base para un networking exitoso

1. Clarifica tus intenciones

El networking no es “acumular contactos”. Es construir relaciones que aporten valor a ambas partes. ¿Qué buscas realmente? Puede ser mentoría, colaboración, oportunidades laborales o simplemente aprender más sobre un tema específico.

Un estudio de LinkedIn indica que los profesionales que definen objetivos claros en eventos logran un 70% más de interacciones relevantes. Así que tómate un momento para definir qué quieres lograr.

2. Investiga y prepárate

Si es un evento virtual, revisa la agenda, ponentes y asistentes. Si es presencial, averigua quiénes estarán y qué temas se abordarán. Tener esta información te permitirá identificar a las personas clave con las que quieres conectar.

Además, prepara preguntas inteligentes que demuestren interés. Por ejemplo: “Vi que trabajas en X proyecto, ¿qué retos enfrentaron para…?”

3. Practica tu “elevator pitch” natural

No se trata de memorizar un discurso, sino de tener claro cómo contar quién eres, qué haces y qué te interesa en 30 segundos. La clave está en hacerlo simple, claro y, sobre todo, auténtico.

Evita frases cliché o exageradas. La naturalidad es más atractiva que el discurso preparado.

Durante el evento: Cómo brillar sin fallar

1. Participa activamente y aporta valor

En eventos virtuales, aprovecha las herramientas interactivas: chats, encuestas, salas de grupos pequeños. En presenciales, no temas acercarte a personas o unirte a grupos. Aunque dé miedo, romper el hielo suele ser más sencillo de lo que imaginas.

Intenta aportar algo valioso a la conversación: una experiencia, una pregunta interesante, un recurso útil. Así te vuelves memorable y útil, no solo un rostro más.

2. Escucha para entender

Una de las habilidades más subestimadas es la escucha activa. Pregunta con interés, muestra empatía, deja que la otra persona se exprese.

Un estudio de la Universidad de Harvard encontró que la gente recuerda mejor a quien los escucha activamente que a quien intenta venderse sin parar. Escuchar crea confianza y abre puertas.

3. Sé auténtico

No temas mostrar tu verdadero yo, tus dudas o aprendizajes. La autenticidad genera conexiones más profundas que las máscaras profesionales.

Recuerda: nadie espera que seas perfecto, sino que seas humano. Esto hace que las relaciones sean más genuinas y duraderas.

4. Cuida el lenguaje corporal

Tu postura, contacto visual y sonrisa comunican más que tus palabras. Mantén una actitud abierta, evita cruzar brazos o mirar el teléfono constantemente.

En virtual, usa la cámara para transmitir esa misma cercanía: mira a la cámara, mantén una expresión amigable y evita distracciones.

Tecnología como aliada

El networking moderno combina lo mejor de lo presencial con herramientas digitales. Para potenciar tus conexiones:

• LinkedIn: Ideal para seguir en contacto después del evento, compartir contenido y mostrar tu expertise.

  
  

• Comunidades online: Participa en grupos de interés donde puedas seguir aprendiendo y aportando (como foros, Discord, Slack).

  
  

• Apps de networking: Algunas plataformas de eventos ofrecen chats y agendas para organizar reuniones.

  
  

La clave está en mantener la interacción viva más allá del evento, creando una red sólida y activa.

Después del evento: El seguimiento que marca la diferencia

El networking no termina al cerrar la sesión o al salir del salón. El seguimiento es lo que convierte un contacto casual en una relación profesional.

1. Personaliza tu mensaje

Al conectar en LinkedIn o enviar un correo, menciona algún detalle de la conversación para que sepan que fue genuino.

Ejemplo:“Hola [nombre], me encantó conversar contigo sobre [tema]. Me gustaría seguir en contacto y aprender más sobre tu experiencia en [área].”

2. Mantén el contacto sin presión

No busques algo a cambio en cada interacción. Envía artículos, felicita logros o comparte eventos que puedan interesar. Construir relaciones es un proceso de dar y recibir.

3. Organiza encuentros periódicos

Si es posible, propone un café virtual o una llamada para intercambiar ideas. Esto fortalece el vínculo y puede abrir oportunidades inesperadas.

Conclusión

El networking real y efectivo no tiene nada de cringe si lo haces con intención, autenticidad y respeto. Prepararte, escuchar, aportar valor y dar seguimiento son los pilares para construir relaciones profesionales que trasciendan un evento.

Recuerda que las conexiones que verdaderamente importan son las que suman a tu crecimiento y al de otros, no la cantidad de tarjetas que logres acumular.

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